En el mundo interconectado de hoy, la Internet de las cosas (IoT) ha revolucionado la forma en que los dispositivos se comunican y funcionan, lo que ha creado una demanda cada vez mayor de cables de datos fiables y eficientes. Desde los hogares inteligentes hasta la automatización industrial, la IoT depende de una infraestructura de red sólida, en la que los cables de datos actúan como columna vertebral de la conectividad.